¿Qué es la COVID-19 y cómo afectará la pandemia a mi cuidado del cáncer?
Esta guía se ha preparado para ayudarle a usted, así como a sus amigos, familiares y cuidadores, a comprender mejor el impacto de la pandemia de COVID-19 en su cuidado del cáncer. Incluye información sobre la COVID-19 y sus síntomas y sobre las medidas que puede tomar para reducir el riesgo de contagiarse. También proporciona información sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en varios aspectos del cuidado del cáncer, incluyendo posibles cambios en su plan de tratamiento y citas, que pueden ser necesarios para mantenerle a salvo de contagiarse.
La información relativa a la pandemia de COVID-19 está en constante evolución y la orientación que se ofrece aquí se actualizará periódicamente.
La información y los enfoques que se describen en esta guía pueden diferir entre distintos países y hospitales; precisamente por ello, deberá mantenerse en estrecho contacto, ya sea telefónicamente o por medio del correo electrónico, con el médico o el enfermero que le atienden, ya que ellos conocen su historial médico completo y podrán recomendarle el mejor enfoque para usted.
La información de esta guía no sustituye en ningún caso el asesoramiento de su médico. Le aconsejamos que le pregunte a su médico cuáles pueden ser los efectos específicos de la pandemia con respecto a su tratamiento en su país para su tipo y estadio de cáncer.
COVID-19 es la abreviatura de la expresión en inglés "Coronavirus Disease 2019", que se traduce como "Enfermedad del Coronavirus 2019". Es una enfermedad causada por un nuevo coronavirus de rápida propagación llamado SARS-CoV-2.
Los coronavirus son una familia de virus que causan enfermedades en mamíferos y aves, pero que ocasionalmente pueden evolucionar para afectar a los humanos. Los primeros casos humanos de COVID-19 causada por el SARS-CoV-2 se reportaron en Wuhan, China, en diciembre de 2019. En esta guía, el SARS-CoV-2 se denominará simplemente "coronavirus".
Los coronavirus tienen forma esférica y presentan unas espinas de proteínas que sobresalen de su superficie. Las espinas pueden adherirse a las células humanas, permitiendo que la partícula viral se una a la célula humana. De esta forma, los genes del virus pueden entrar en la célula humana y reproducirse para producir más virus.
Los coronavirus causan infecciones del tracto respiratorio en los humanos. El nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) se ha propagado rápidamente en todo el mundo y la enfermedad resultante, la COVID-19, puede causar infecciones graves y potencialmente mortales, en particular en las personas de edad (por ejemplo, las de más de 65 años) y en aquellas que presentan otros problemas de salud subyacentes.
¿Quién está más en riesgo por la COVID-19?
Los datos disponibles hasta ahora indican que las personas mayores son más vulnerables a las complicaciones derivadas de la COVID-19, en particular cuando presentan problemas de salud subyacentes como enfermedades pulmonares crónicas, enfermedades cardiovasculares, diabetes, enfermedades renales crónicas y cáncer activo.
Si usted tiene cáncer, puede tener un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave a causa de la COVID-19 si:
- Está recibiendo o ha recibido quimioterapia en los últimos 3 meses
- Está recibiendo radioterapia de forma extensa
- Se ha sometido a un trasplante de médula ósea o a un trasplante de células madre en los últimos 6 meses, o aún está tomando medicamentos inmunosupresores
- Tiene un tipo de cáncer de sangre o del sistema linfático que daña el sistema inmunitario, aunque no haya recibido tratamiento (por ejemplo, leucemia crónica, linfoma o mieloma)
Esto se debe a que algunos tratamientos contra el cáncer, y algunos cánceres en sí mismos, pueden suprimir su sistema inmunitario, lo que podría causar que usted no consiga luchar contra la infección tan bien como alguien sin cáncer. Sin embargo, en algunos pacientes, la continuación del tratamiento contra el cáncer es esencial para combatir la enfermedad, incluso si ello se asocia con un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave a causa de la COVID-19. Por ello, se debe considerar cuidadosamente el riesgo frente al beneficio de cualquier tratamiento contra el cáncer, de forma individual para cada paciente.
Si usted forma parte de alguna de las categorías mencionadas anteriormente, su médico le indicará qué medidas deberá tomar para protegerse de la infección por coronavirus.
"Las personas mayores y aquellas personas con problemas de salud subyacentes, incluyendo el cáncer, son más vulnerables a las complicaciones derivadas de la COVID-19"
"Mantenga una buena higiene y lávese las manos con frecuencia"
Se cree que la transmisión de los coronavirus de una persona a otra se produce principalmente a través de las gotitas que se generan al estornudar y toser. El nuevo coronavirus que causa la COVID-19 parece ser muy contagioso, ya que cada persona infectada suele transmitir el virus a otras dos personas.
El mantenimiento de unas buenas medidas de higiene, como lavarse las manos con frecuencia y cubrirse la boca al toser o estornudar, son muy importantes en circunstancias normales. Sin embargo, estas medidas deben observarse aún más estrictamente durante la pandemia de COVID-19, ya que estas sencillas medidas pueden reducir en gran medida su riesgo de infectarse y transmitir la infección a otras personas.
A continuación se describen algunas estrategias preventivas para evitar la COVID-19.
El lavado de manos
Las manos deberán lavarse con frecuencia con agua caliente y jabón durante al menos 20 segundos. Se debe prestar una atención especial a lavarse las manos después de haber estado fuera de casa, después de haber tocado cualquier cosa que se haya introducido en casa desde fuera (como, por ejemplo, el correo y los alimentos) y antes de cocinar o comer. También deberá intentar no tocarse la cara, especialmente la nariz, los ojos y la boca, para evitar la transferencia del coronavirus de las manos a zonas desde las cuales el virus podría entrar en el cuerpo.
La higiene de las uñas también es importante. Las uñas deben mantenerse cortas y cepillarse mientras se lavan las manos.
El uso de mascarilla
Las mascarillas sólo deben usarse si usted está enfermo/a con síntomas de COVID-19 o si está cuidando de alguien con COVID-19. Las mascarillas desechables sólo deben usarse una vez. Sin embargo, también puede considerar el uso de una mascarilla si tiene un alto riesgo de padecer consecuencias graves por COVID-19 y no puede autoaislarse de forma efectiva (por ejemplo, si otros miembros de su hogar no pueden autoaislarse con usted y entrar en contacto con ellos resulta inevitable). Si no se considera que tiene un alto riesgo de sufrir consecuencias graves por la COVID-19 y decide salir de casa para hacer ejercicio y comprar alimentos, también puede optar por usar una mascarilla. Sin embargo, no se debe confiar en que una mascarilla por sí sola le vaya a proteger de un posible contagio. También deberá observar las normas de distanciamiento social que se describen a continuación y asegurarse de lavarse bien las manos en cuanto regrese a casa.
El distanciamiento social
Numerosos países tienen ahora normas en vigor que regulan el distanciamiento social. El distanciamiento social incluye medidas para minimizar el contacto con personas fuera de su hogar (incluyendo amigos y familiares). Por ejemplo, las reuniones sociales, incluidas las fiestas y las bodas, actualmente no están permitidas en muchas zonas. Los colegios, las universidades, los restaurantes y las tiendas también están cerrados. Se está animando a la gente para que sólo salga de su casa cuando sea absolutamente necesario para comprar comida, recoger medicamentos e ir a trabajar si no existe la posibilidad de trabajar desde casa. También puede que se permita salir de casa para hacer ejercicio; sin embargo, deberá permanecer distante (a más de 2 metros) de cualquier persona que vea. Para los viajes esenciales en transporte público, se pide a las personas que se mantengan a 2 metros de distancia entre ellas siempre que sea posible. Los pacientes con cáncer deberán evitar el uso del transporte público si es posible.
Las normas de distanciamiento social están diseñadas para mantener a las personas a una distancia segura y reducir así el riesgo de que el coronavirus se propague a través del contacto social.
El autoaislamiento
Se recomienda el autoaislamiento para las personas con alto riesgo de padecer consecuencias graves por COVID-19. Se cree que algunos pacientes que están siendo tratados por cáncer tienen un alto riesgo de padecer enfermedades graves por COVID-19 (véase la sección “¿Quién está más en riesgo por la COVID-19?”) por lo que deberían permanecer en autoaislamiento mientras la pandemia esté en curso. Su médico le dirá si debe autoaislarse. El autoaislamiento significa que usted deberá permanecer dentro de su casa en todo momento y no tendrá ningún contacto con nadie fuera de su casa. Para que el autoaislamiento sea efectivo, los demás miembros de su hogar deberán aislarse con usted. Si esto no es posible, entonces deberá tratar de aislarse dentro de una zona de su hogar (por ejemplo, su dormitorio), preferiblemente con su propio baño, y deberá tratar de mantenerse por lo menos a 2 metros de distancia del resto de miembros de su hogar. Cuando esté en autoaislamiento no deberá salir de su casa por ninguna razón. Por lo tanto, tendrá que organizarse para que sus compras y medicamentos se le entreguen en el exterior de su casa. Esto puede hacerse usando medios de tecnología remota como el teléfono, internet o las redes sociales.
Las personas que muestren cualquier síntoma de COVID-19 (véase la sección “¿Cuáles son los síntomas de la COVID‑19?”) también deberán entrar en autoaislamiento para asegurarse de no transmitir el coronavirus a nadie más.
"Se recomienda el autoaislamiento para las personas con alto riesgo de padecer complicaciones por COVID-19”
Medidas adicionales de prevención para pacientes con cáncer
Algunos pacientes que están siendo tratados por cáncer pueden tener un alto riesgo de padecer una enfermedad grave por COVID-19. Esto se debe a que el cáncer puede suprimir su sistema inmunitario, lo que podría causar que usted no consiga luchar contra la infección tan bien como alguien sin cáncer. Algunos tratamientos contra el cáncer también suprimen el sistema inmunitario, por lo que es muy importante escuchar el consejo de su médico sobre las medidas que puede tomar para prevenir la infección. Su médico o las autoridades locales podrán darle instrucciones para que adopte medidas más estrictas que la población general; por ejemplo, se le puede solicitar que se autoaísle, incluso de otros miembros de su hogar, para asegurarse de que esté protegido ante cualquier riesgo de contagio y, por consiguiente, de una enfermedad grave. También deberá utilizar los servicios telefónicos o en línea para todo contacto con el exterior, incluido el contacto con su médico, enfermero o médico de familia, y para organizar la entrega de sus compras y medicamentos. También es importante mantener una buena higiene y lavarse las manos con frecuencia.
Si no está seguro/a de si corre un mayor riesgo de padecer una enfermedad grave por COVID-19 y de las medidas que debe tomar para protegerse, deberá ponerse en contacto con su médico, enfermero o médico de cabecera para obtener más información y asesoramiento.
Medidas adicionales de prevención en hospitales y centros de salud
Los hospitales y otros lugares que prestan asistencia sanitaria han incorporado nuevas medidas para reducir al mínimo el riesgo de contagio para los pacientes y el personal. Por ejemplo, las citas médicas no esenciales pueden cancelarse o realizarse por teléfono. Si tiene una cita esencial, puede que no se le permita ir acompañado por nadie. También puede que las salas de espera estén cerradas y que se le pida que espere fuera hasta que reciba una llamada o un mensaje de texto avisándole de que ya es el momento de entrar a su cita. Asimismo, es posible que haya pantallas o barreras delante de los mostradores de registro para evitar que el virus se transmita del personal a los pacientes y viceversa. También es posible que le pidan que utilice un transporte privado para llegar a su cita en lugar de viajar en el transporte público.
Muchos hospitales han separado sus equipos médicos, distinguiendo entre aquellos que cuidan de casos de COVID-19 y los que cuidan a otros pacientes, incluyendo a los pacientes de cáncer. Estos equipos separados no entran en contacto entre sí en ningún momento, ni profesional ni personalmente, para evitar la transmisión de la COVID-19 al equipo que atiende a los pacientes de cáncer. En algunas zonas, la atención del cáncer se está trasladando de los hospitales generales a centros especializados en cáncer, una vez más para reducir el riesgo de transmisión entre la población hospitalaria general y los pacientes con cáncer. Es posible que algunos hospitales no permitan visitas durante la pandemia.
"Se han adoptado nuevas medidas para reducir al mínimo el riesgo de contagio de COVID-19 en los hospitales y centros de salud"
Es importante que sepa reconocer los síntomas de la COVID-19. Estos síntomas son:
- Fiebre.
- Tos.
- Dolor de garganta.
- Dificultad para respirar.
- Dolor muscular.
- Fatiga.
- Pérdida del gusto y del olfato.
- Síntomas en el sistema gastrointestinal, por ejemplo, diarrea.
Los pacientes con cáncer pueden experimentar diferencias en los síntomas en comparación con la población general; por ejemplo, si su sistema inmunitario está suprimido debido al tratamiento del cáncer, puede experimentar menos síntomas iniciales. También es importante señalar que algunos síntomas de COVID-19 se superponen a los síntomas experimentados durante el tratamiento del cáncer, incluyendo la fatiga y la fiebre.
“Los síntomas de COVID-19 pueden ser diferentes en pacientes con cáncer”
El tiempo que transcurre desde que una persona se expone al nuevo coronavirus y el momento en el que los síntomas aparecen por primera vez es típicamente de 4 a 6 días, aunque puede oscilar entre 2 y 14 días. Se cree que la mayoría de los casos de COVID-19 se contagian de personas que presentan síntomas. Sin embargo, algunos pacientes pueden ser infecciosos antes de desarrollar síntomas.
Si experimenta cualquiera de los síntomas de COVID-19 deberá ponerse en contacto con su médico. Es muy importante que no vaya directamente ni a la consulta del médico ni al hospital para evitar la posible propagación de la infección. Primero contacte con ellos, ya sea por Internet o por teléfono, y siga las instrucciones que le den. Si los síntomas son leves, probablemente se le pedirá que se aísle en su casa para evitar la propagación de la infección. Si los síntomas son graves, es posible que se le pida que vaya al hospital para que le hagan más pruebas, pero no se le atenderá en su departamento de oncología habitual. Esto se hace porque es crucial que los pacientes con síntomas de COVID-19 se mantengan separados de otros departamentos, especialmente de los que tratan a pacientes con cáncer.
Ya está disponible un test de antígenos que se utiliza para detectar si una persona tiene actualmente COVID-19. Un antígeno es una estructura dentro de un virus que activa el sistema inmunitario del cuerpo para combatir la infección. Este test de antígenos se lleva a cabo tomando un frotis de la nariz o la garganta del paciente que luego se envía a un laboratorio para su análisis. Según la situación en cada caso (esto es, la ubicación del laboratorio y el número de pruebas solicitadas), el laboratorio puede tardar varios días en realizar la prueba y comunicar el resultado a la persona. La disponibilidad del test de antígenos y las directrices sobre quiénes deben someterse a él varían de un país a otro.
Se está desarrollando un test de anticuerpos que podría utilizarse para detectar si una persona ha estado expuesta en el pasado a la COVID-19 y desde entonces se ha recuperado, independientemente de que se haya producido la presencia de síntomas. La sangre genera anticuerpos en respuesta a la presencia de un antígeno específico. Una vez generados, estos anticuerpos se adhieren al virus para destruirlo. Pueden transcurrir varios días antes de que el cuerpo genere anticuerpos contra un virus, pero una vez formados, estos permanecen en la sangre listos para protegernos si nos encontramos de nuevo con el mismo virus. Un test de anticuerpos se lleva a cabo tomando una pequeña cantidad de sangre a través de un dispositivo que pincha el dedo y potencialmente podría ofrecer un resultado en 15 minutos. Sin embargo, como el cuerpo tarda en generar anticuerpos, no se debe usar un test de anticuerpos para ver si una persona tiene actualmente COVID-19.
Actualmente se están revisando varios test de anticuerpos para COVID-19 para asegurarse de que son fiables, y ya se ha autorizado un test para su uso en los Estados Unidos. Sin embargo, una vez que estén ampliamente disponibles, estos test se convertirán en una prueba importante para saber cuántas personas han tenido COVID-19 y para determinar el impacto total de esta pandemia.
“Las directrices sobre los test de COVID-19 varían de un país a otro”
El personal sanitario
Los trabajadores sanitarios pueden someterse a test de COVID-19 para minimizar el riesgo de transmisión entre el personal sanitario y los pacientes. Sin embargo, la disponibilidad de los test y las directrices sobre quiénes deben someterse a ellos varían de un país a otro. En algunas zonas, todos los trabajadores de la salud pueden someterse a test para detectar la COVID-19 independientemente de si presentan síntomas o no, o bien los test pueden estar restringidos sólo a aquellos que muestran síntomas de COVID-19. En otras zonas, es posible que a los trabajadores sanitarios con síntomas leves no se les practique el test, sino que se les instruya a autoaislarse directamente durante 14 días.
Pacientes
Si usted tiene síntomas leves, puede que se le haga un test de COVID-19 o puede que no, ya que los procedimientos y directrices de realización de test varían entre los países y pueden cambiar a medida que la pandemia continúe y haya más test disponibles. En la actualidad, los test se realizan principalmente a pacientes hospitalizados con síntomas graves.
“La COVID-19 se trata manejando los síntomas de la enfermedad”
Todavía no hay tratamientos específicos para la COVID-19, así que la infección se maneja tratando los síntomas. Los casos leves pueden tratarse en casa descansando mucho, bebiendo mucha agua y tomando paracetamol para reducir la fiebre. Los pacientes con síntomas graves podrían necesitar ser tratados por complicaciones como la neumonía en un hospital.
Se están probando diversos medicamentos existentes, entre ellos algunos antivirales así como medicamentos que modifican la respuesta inmune, para ver si pueden ayudar a tratar a los pacientes con COVID-19. Entre ellos, la cloroquina y la hidroxicloroquina, unos medicamentos utilizados para tratar la malaria, están siendo evaluados en ensayos clínicos para pacientes con COVID-19. Hasta ahora, los datos de dos pequeños estudios sugieren que pueden proporcionar algún beneficio a los pacientes hospitalizados. Sin embargo, no todos los datos emergentes procedentes de otros estudios adicionales muestran los mismos resultados. El organismo regulador de medicamentos de los Estados Unidos ha aprobado la cloroquina y la hidroxicloroquina para su uso en pacientes hospitalizados con COVID-19, y estos medicamentos también se han añadido a las directrices de tratamiento de la COVID-19 en algunos países, entre los que se incluyen China y los Estados Unidos. Sin embargo, el organismo europeo de regulación de medicamentos ha aconsejado que estos medicamentos se utilicen sólo en ensayos clínicos o en programas de uso de emergencia.
Otros medicamentos que se están probando actualmente en ensayos clínicos como posibles tratamientos para la COVID-19 son el remdesivir, el lopinavir/ritonavir (actualmente utilizado para tratar la infección de VIH) y el interferón beta (actualmente utilizado para tratar enfermedades como la esclerosis múltiple).
Es importante señalar que se necesitan datos firmes para demostrar la eficacia y la seguridad de cualquier medicamento que se esté considerando utilizar en pacientes con COVID-19. La cloroquina y la hidroxicloroquina, así como otros medicamentos mencionados en noticias recientes, actualmente no están respaldados por datos sólidos de ensayos clínicos. Por lo tanto, debe evitarse la automedicación, ya que algunos medicamentos pueden causar efectos secundarios graves o interferir con otros fármacos. Su médico podrá aconsejarle sobre la mejor manera de tratar sus síntomas individuales.
Desarrollo de vacunas
Actualmente no existe una vacuna para el nuevo coronavirus, pero científicos de todo el mundo están trabajando duro para desarrollar una. El desarrollo de una vacuna suele requerir entre 12 y 18 meses, pero ya se están seleccionando voluntarios para participar en ensayos clínicos para las vacunas contra el coronavirus. Los estudios iniciales examinarán la seguridad de las vacunas y si producen una respuesta inmunológica.
Si desarrolla síntomas de COVID-19, la prioridad médica será aislarlo y tratar la infección por COVID-19 en lugar de su cáncer. El tratamiento del cáncer se reanudará una vez que se haya recuperado lo suficiente de la COVID-19.
Acudir al hospital durante la pandemia de COVID-19 puede suponer un riesgo de contagio para usted. Por lo tanto, para que pueda mantenerse seguro/a, su tratamiento del cáncer puede adaptarse mientras la pandemia esté en curso. El objetivo es reducir el tiempo que tenga que pasar en el hospital y al mismo tiempo proporcionarle los cuidados que necesita.
Para minimizar el contacto personal, se le ofrecerán consultas por teléfono o vídeo, en particular para las reuniones previas al tratamiento y las citas de seguimiento. Si se le suelen hacer análisis de sangre en un hospital, éstos podrán trasladarse a un centro local. La medicación se le podrá entregar en su casa, o bien se organizará un punto de recogida al que pueda acudir en coche. Los períodos de recetas habituales o electrónicas también se están ampliando en muchas zonas para que los pacientes puedan acceder a su tratamiento oncológico domiciliario (por ejemplo, tratamientos orales) sin necesidad de citas adicionales para la extensión de recetas durante la pandemia.
“Los cambios en el cuidado del cáncer durante la pandemia de COVID-19 están diseñados para mantener al paciente lo más seguro posible”
Si tiene una cita esencial en el hospital, verá que se han establecido medidas especiales para proteger a los pacientes y al personal (véase la sección “Medidas adicionales de prevención en hospitales y centros de salud”). Además, puede que se pongan en contacto con usted por teléfono el día antes de su cita programada para comprobar que no ha desarrollado ningún síntoma de COVID-19. Los pacientes que muestren signos de infección no podrán asistir a su cita y podrán ser redirigidos a un departamento especializado en COVID-19, dependiendo de la gravedad de los síntomas.
Algunos tipos de tratamiento pueden retrasarse para protegerse del riesgo de contagio. Es importante que comprenda que en muchos casos es perfectamente seguro retrasar ligeramente el tratamiento, y su médico sólo lo sugerirá si le conviene. Manténgase en contacto con su médico o enfermero por teléfono y correo electrónico para que puedan informarle de cualquier cambio en su plan de cuidados médicos.
Los escenarios que se describen a continuación son sólo a título orientativo y no deben sustituir el consejo de su médico. Su médico conoce su historial clínico completo y le ayudará a orientarse sobre el mejor enfoque para usted.
Impacto de la COVID-19 en el cribado del cáncer
Es probable que las citas para la realización de exámenes de rutina, como, por ejemplo, las pruebas de cribado del cuello uterino y las mamografías se cancelen o se pospongan para un futuro previsible.
Impacto de la COVID-19 en los procedimientos de diagnóstico y estadificación
Las pruebas para diagnosticar o estadificar el cáncer pueden retrasarse si el riesgo de infección por coronavirus supera los beneficios que aportarían dichas pruebas. Esto podría aplicarse a los pacientes que hayan mostrado signos de un cáncer con un bajo riesgo de progresión rápida, como los diagnósticos de sospecha menor en la mamografía. En cualquier caso, se trata de algo que se examinará caso por caso. En algunos pacientes, los procedimientos de estadificación pueden limitarse a los que son más decisivos para orientar el tratamiento.
Impacto de la COVID-19 en el tratamiento del cáncer
“Póngase en contacto con su médico o enfermero para informarse sobre si su plan de tratamiento necesita ser modificado”
Su plan de tratamiento del cáncer puede adaptarse para minimizar los riesgos para su salud resultantes de la pandemia de COVID-19. La estrategia de adaptación puede diferir según el objetivo terapéutico; por ejemplo, es más probable que el tratamiento curativo continúe según lo previsto para garantizar la mejor oportunidad de remisión, mientras que los riesgos de COVID-19 en pacientes sometidos a terapia paliativa pueden superar cualquier beneficio potencial del tratamiento.
La ESMO está aplicando un enfoque escalonado para orientar el manejo de los pacientes con cáncer durante la pandemia de COVID-19. Este enfoque considera la condición del paciente, la urgencia del tratamiento del cáncer planificado y su beneficio previsto, a la luz del riesgo potencial de contraer la COVID-19 asociado con la logística de recepción del tratamiento, así como los recursos disponibles para proporcionar el tratamiento de forma segura. Utilizando este enfoque, los pacientes pueden agruparse en los siguientes niveles:
Nivel 1: Prioridad alta. En este grupo se incluyen los pacientes cuya condición es potencialmente mortal o clínicamente inestable y/o en los que es probable que el tratamiento planificado dé lugar a un beneficio significativo (por ejemplo, la prolongación de la vida o la mejora de la calidad de vida), por lo que el tratamiento tiene una gran prioridad.
Nivel 2: Prioridad media. Este grupo incluye a los pacientes cuya condición es grave pero no pone inmediatamente en peligro su vida y para los que se puede considerar una breve demora en el tratamiento. Sin embargo, un retraso de más de 6 a 8 semanas podría repercutir en el resultado y/o en la cantidad de beneficios derivados, por lo que el tratamiento tendría una prioridad media.
Nivel 3: Prioridad baja. En este grupo se incluyen los pacientes cuya condición es lo suficientemente estable como para que cualquier tratamiento pueda retrasarse con seguridad durante la duración de la pandemia de COVID-19. También se incluyen en este grupo los pacientes cuyo tratamiento planeado tiene una baja probabilidad de proporcionar un beneficio significativo (por ejemplo, es poco probable que prolongue la vida o mejore la calidad de vida), por lo que el tratamiento tendría una prioridad baja.
Un equipo multidisciplinario revisará individualmente el caso de cada paciente para decidir si es necesario aportar algún cambio al tratamiento. Por lo tanto, es muy importante que se mantenga en contacto con su médico o enfermero por teléfono o por correo electrónico para asegurarse de que comprende si, cómo y por qué podría modificarse su plan de tratamiento.
A continuación se presentan algunos ejemplos de adaptaciones al tratamiento que podrían producirse en su país.
Adaptaciones de los planes de cirugía
En la mayoría de los países, la cirugía no esencial se está aplazando mientras dure la pandemia de COVID-19. En el caso de los pacientes con cáncer, el riesgo potencial de progresión de la enfermedad debido a un retraso en la cirugía se debe ponderar teniendo en cuenta la exposición potencial al coronavirus y el riesgo de complicaciones graves por la COVID-19. Si la cirugía requiere cuidados intensivos postoperatorios, se considerará la disponibilidad actual de unidades de cuidados intensivos como parte del proceso de toma de decisiones.
En algunas situaciones en las que la terapia neoadyuvante (tratamiento administrado antes de la cirugía) está disponible pero no se utiliza de forma rutinaria (como por ejemplo, en el cáncer de mama en fase temprana), su médico podrá ofrecerle la terapia neoadyuvante como una alternativa a la cirugía inicial (que podría conllevar una exposición al coronavirus) con el fin de retrasar su cirugía. Sin embargo, es importante señalar que aquellas terapias neoadyuvantes que son inmunosupresoras o que requieren visitas a la clínica también se asocian con un riesgo de infección y serias complicaciones derivadas de la COVID-19. Por lo tanto, su médico discutirá todas las opciones con usted para asegurar unos resultados óptimos mientras se minimiza el riesgo de infección por coronavirus.
Adaptaciones de la quimioterapia
La decisión de retrasar, modificar o interrumpir la quimioterapia sólo se tomará después de sopesar el daño potencial que podría resultar de dicho retraso o interrupción frente a los beneficios potenciales de prevenir la COVID-19. La decisión clínica se tomará caso por caso, teniendo en cuenta el riesgo de recidiva del cáncer si se retrasa o interrumpe la quimioterapia, el número de ciclos de quimioterapia que ya se hayan completado y la forma en que se esté lidiando con el tratamiento.
- Su médico podría recomendarle que se tome unas “vacaciones” de su quimioterapia si está en terapia de mantenimiento y se encuentra en remisión establecida. Esto podría programarse para coincidir con el momento en el que la pandemia esté en su pico en su región.
- En algunos casos puede recomendarse que se retrase o se modifique el tratamiento adyuvante (tratamiento administrado después de la cirugía). Si se está sometiendo a un tratamiento adyuvante para la enfermedad de alto riesgo resecada, es probable que la quimioterapia continúe según lo planificado. Sin embargo, si se cree que el beneficio aportado por la quimioterapia adyuvante va a ser relativamente pequeño y no hay opciones no inmunosupresoras disponibles, su médico puede sugerir el uso de un tratamiento alternativo para reducir el riesgo de complicaciones por COVID-19.
- Puede existir la posibilidad de cambiar a un régimen de quimioterapia que requiera infusiones menos frecuentes; por ejemplo, cada 2/3 semanas en lugar de semanalmente. En algunos casos, puede que incluso sea posible realizar la infusión de la quimioterapia en su casa, dependiendo de la infraestructura con la que se cuente en su zona.
- Es posible que usted pueda pasar de un quimioterapia intravenosa a una terapia oral, reduciendo así la frecuencia de las visitas al hospital.
- Si continúa recibiendo quimioterapia, su médico puede recomendarle que tome factores de crecimiento profilácticos para ayudar a reforzar su sistema inmunitario y antibióticos para combatir cualquier infección con el fin de hacerle menos vulnerable a las graves complicaciones derivadas de la COVID-19.
Adaptaciones de la radioterapia
Si tiene un tumor de rápida progresión y potencialmente curable, los riesgos de retrasar la radioterapia pueden ser mayores que los riesgos asociados a la COVID-19, por lo que es probable que su radioterapia siga adelante. Para reducir sus visitas al hospital, su médico podría tomar en consideración la administración de unos programas de radioterapia acelerada o hipofraccionada. Esto significa que la dosis total de radioterapia se administrará durante un período de tiempo más corto o en menos dosis en comparación con la radioterapia estándar.
Si usted corre un alto riesgo de sufrir daños derivados de un programa de radioterapia alterado o si está recibiendo radioterapia para el control de los síntomas, entonces sus visitas de radioterapia podrían retrasarse potencialmente y se podrían discutir tratamientos alternativos.
La decisión de alterar o retrasar la radioterapia sólo se tomará cuando esté médicamente justificada y sea apropiada para usted. Su médico discutirá todas las opciones disponibles para usted.
Adaptaciones de la terapia endocrina
La terapia endocrina no suprime el sistema inmunitario; por lo tanto, no aumenta el riesgo de una COVID-19 grave. Esto significa que normalmente es seguro seguir tomando terapia endocrina durante la pandemia.
Sin embargo, si recibe su terapia endocrina en forma de una inyección, su médico puede decidir cambiar su programa de tratamiento para que no tenga que visitar el hospital o el centro de salud con tanta frecuencia. Por ejemplo, si normalmente se le pone una inyección cada 3 meses, puede que se empiece a poner una cada 6 meses.
Adaptaciones de la inmunoterapia
Si está recibiendo inmunoterapia, su médico podría ajustar el programa de tratamiento para reducir la frecuencia de sus visitas al hospital. Es importante señalar que las inmunoterapias pueden causar graves efectos secundarios relacionados con la inmunidad; la neumonitis relacionada con el tratamiento es motivo de especial preocupación, ya que puede aumentar el riesgo de complicaciones graves si se desarrolla la COVID-19. Cualquier cambio que tuviera que aplicarse a su terapia se decidirá después de una evaluación individual y una discusión con usted.
Adaptaciones del trasplante de células madre
Si tiene un alto riesgo de sufrir complicaciones graves a causa de la COVID-19, es posible que su médico le recomiende retrasar el trasplante de células madre previsto, sobre todo si su cáncer está bien controlado con otros tratamientos. Si su trasplante de células madre se mantiene, no podrá recibir ninguna visita mientras permanezca en el hospital.
Actualmente no hay pruebas que sugieran que el nuevo coronavirus se transmite por medio de transfusiones de sangre, pero en algunas zonas los posibles donantes de células madre podrán ser examinados para averiguar si han estado infectados por COVID-19 antes de la recolección de las células madre. También puede haber menos donantes de células madre disponibles debido a la infección por COVID-19 o a razones logísticas (por ejemplo, restricciones de viajes). Por lo tanto, los trasplantes de células madre podrían retrasarse hasta que el hospital confirme que ha recibido las células madre. En estos casos, las células madre se congelarían hasta que su cita pudiera reprogramarse.
Es muy importante que continúe informando a su médico o enfermero sobre cualquier efecto secundario derivado de su tratamiento contra el cáncer. Es probable que sus citas habituales en persona se sustituyan por consultas telefónicas o por videoconsultas, pero seguirá teniendo amplias oportunidades de hablar sobre cualquier efecto secundario nuevo o preocupante, y su médico o enfermero podrán seguir ayudándole a controlarlo. Si necesitara medicamentos para tratar los efectos secundarios, podría recibirlos en su casa.
Su médico puede tomar precauciones adicionales durante este tiempo para minimizar las visitas al hospital relacionadas con el manejo de los efectos secundarios. Por ejemplo, aunque usted presente un riesgo relativamente bajo de neutropenia febril y no suela tomar factores de crecimiento, su médico podría recetarle un factor de crecimiento profiláctico durante la pandemia de COVID-19 para minimizar la posible necesidad de cuidados de emergencia y por lo tanto la exposición al coronavirus. Si muestra síntomas de neutropenia febril, pero éstos son clínicamente estables (según se determine por teléfono o videoconsulta), su médico podría recetarle antibióticos sin que usted tenga que acudir a una cita. Si su médico prevé que usted corre el riesgo de padecer una anemia grave relacionada con el tratamiento, puede recetarle un agente estimulante de la eritropoyetina para reducir el riesgo de tener que recibir posteriormente una transfusión en el hospital.
Es importante señalar que algunos síntomas de COVID-19 se superponen a los efectos secundarios del tratamiento del cáncer, como por ejemplo la fatiga y la fiebre. Por lo tanto, es esencial que se mantenga en estrecho contacto con su médico o enfermero y que les informe de cualquier nuevo síntoma o efecto secundario.
“Su médico o enfermero continuarán ayudándole a manejar cualquier efecto secundario del tratamiento del cáncer durante la pandemia de COVID-19”
“Un conjunto de proveedores de asistencia sanitaria estará disponible para apoyarle durante los momentos difíciles”
Es probable que la pandemia de COVID-19 afecte a los planes de tratamiento al final de la vida. Es posible que los hospitales y centros sanitarios de cuidados paliativos restrinjan las visitas durante la pandemia; por lo tanto, puede que se le dé la opción de ser atendido en casa por su familia en lugar de en un centro de atención médica, si es factible. Es importante señalar que incluso cuando se le atienda en casa, no podrá tener visitas de fuera de su casa según lo establecen las actuales normas de distanciamiento social.
Si no puede recibir los cuidados al final de la vida en su casa, será totalmente apoyado/a por médicos y enfermeros en un hospital o un centro sanitario de cuidados paliativos. No estará solo/a en este momento. Aunque no pueda recibir visitas, puede mantenerse en contacto con sus seres queridos a través de llamadas telefónicas y videollamadas.
Su médico o enfermero se asegurarán de que continúe el tratamiento del dolor y de las molestias, independientemente de si se le atiende en casa o en un hospital o un centro sanitario de cuidados paliativos. Es muy importante que informe de la aparición de cualquier nuevo dolor u otros síntomas para que su médico pueda ayudarle a controlarlos.
Este será un momento angustioso para los pacientes y las familias. Sin embargo, usted y sus seres queridos seguirán recibiendo apoyo por parte de sus proveedores de asistencia sanitaria a través del teléfono, las videollamadas y el correo electrónico. Esto incluirá el apoyo de su médico y enfermero, así como de otros proveedores de asistencia sanitaria como un dietista, un psicoterapeuta, un orientador o un asistente social, en función de sus necesidades individuales. Su médico le explicará las opciones disponibles en su zona y usted participará plenamente en el proceso de toma de decisiones.
Después del tratamiento del cáncer, puede que se produzcan cambios en su programa de citas de seguimiento para reducir el número de visitas al hospital. Los análisis de sangre de rutina pueden realizarse en los centros de salud locales en lugar de en los hospitales, y es probable que las consultas con su médico se realicen por teléfono.
Los estudios por imágenes esenciales para comprobar el progreso del cáncer (como las tomografías computarizadas) se mantendrán, pero es posible que se reduzca su frecuencia, especialmente si usted está en remisión o tiene un cáncer estable o de progresión lenta. En algunas zonas, sus estudios por imágenes podrían derivarse a un centro oncológico local para evitar una posible exposición al coronavirus en un hospital general.
Como es posible que no vea a su médico personalmente durante la pandemia, es muy importante que aproveche las citas telefónicas para informarle acerca de cualquier nuevo síntoma, efecto secundario o preocupación que pueda tener.
“Se seguirán haciendo las pruebas de seguimiento esenciales, pero su frecuencia puede cambiar y puede que se realicen en un lugar diferente”
“Es importante que se cuide y se mantenga en salud durante esta pandemia de COVID-19”
Es muy importante que continúe llevando un estilo de vida saludable durante la pandemia de COVID-19; esto le permitirá afrontar mejor el tratamiento del cáncer y el período de seguimiento.
Es esencial que lleve una dieta saludable, por lo que es importante que se asegure de que puede acceder a los alimentos que necesita, como fruta y verdura fresca. Si las tiendas de su zona experimentan escasez de estos productos, puede que haya ayuda disponible a este respecto, por ejemplo:
- Algunas autoridades están proporcionando entregas gratuitas de alimentos a las personas vulnerables
- Los grandes supermercados están dando prioridad en sus franjas horarias de entrega a las personas vulnerables
- Muchas tiendas tienen un horario de apertura especial para personas vulnerables
Si tiene problemas para acceder a los alimentos que necesita, póngase en contacto con su autoridad local, que podrá ayudarle. Si recibe suplementos nutricionales y el apoyo de un dietista, estos continuarán durante la pandemia.
Para mantenerse en forma y saludable, deberá hacer tanto ejercicio como le sea posible. Esto puede ser un desafío cuando se está confinado en casa, pero puede dar paseos por su jardín, subir y bajar escaleras o seguir clases de ejercicios en línea. Cualquier forma de movimiento le ayudará a mantenerse fuerte y en forma.
Recuerde mantener su higiene personal y póngase en contacto con su médico o enfermero si tiene problemas para lavarse o bañarse; ellos pueden darle consejos para facilitar estas tareas.
Es muy importante que también cuide su salud mental durante estos tiempos difíciles. Manténgase en contacto regular con sus amigos y familiares a través del teléfono, el correo electrónico, las redes sociales y las videollamadas. También deberá ponerse en contacto con su médico o enfermero si siente que necesita el apoyo emocional adicional de un psicoterapeuta o un orientador.
“Dispone de apoyo físico, emocional, financiero y social adicional para ayudarle a hacer frente a esta pandemia de COVID-19”
La pandemia de COVID-19 ha causado una enorme perturbación en las vidas de los ciudadanos de todo el mundo, planteando unos desafíos hasta ahora desconocidos. Es un momento particularmente preocupante para los pacientes con cáncer, así como para sus familias y amigos. Sin embargo, es importante recordar que la pandemia pasará y que las restricciones a la interacción social se levantarán una vez que sea seguro hacerlo. Hasta entonces, es esencial que usted siga las directrices actuales para proteger su salud en la medida de lo posible.
Además del apoyo médico de su médico o enfermero, puede disponer de apoyo psicosocial, por ejemplo:
- Apoyo emocional – Si necesita el apoyo emocional de un psicoterapeuta o un orientador, deberá contactar con su médico o enfermero. Su centro de salud local también puede ponerle en contacto con los servicios locales, y muchas zonas ahora cuentan con redes de voluntarios que pueden proporcionar apoyo emocional por teléfono.
- Apoyo financiero – En muchos países hay ayudas disponibles para asegurar que pueda manejar sus finanzas durante la pandemia COVID-19; esto puede incluir un ingreso garantizado si no puede trabajar, así como la exención o aplazamiento temporal del pago de la hipoteca o de los recibos.
- Apoyo logístico – Es frecuente que se preste ayuda a las personas vulnerables para la entrega de artículos esenciales, como alimentos y medicamentos.
- Apoyo social – En muchas zonas se están tomando medidas para que las personas vulnerables que viven solas tengan acceso a los servicios esenciales, y también se presta ayuda a las personas que no pueden educar a sus hijos en casa durante el cierre de los colegios.
- Apoyo del gobierno – Como paciente con cáncer, usted debe ser identificado/a como una persona de alto riesgo o vulnerable durante la pandemia, lo que significa que podrá acceder a los servicios de apoyo adicionales que se ofrezcan en su país para este grupo de personas.
Es posible que descubra que formar parte de una comunidad en línea de pacientes que se enfrentan a las mismas preocupaciones que usted puede ayudarle. También dispone de organizaciones benéficas y grupos de apoyo al paciente a nivel local, nacional e internacional que pueden ser excelentes fuentes de apoyo emocional y asesoramiento práctico para los pacientes, así como para sus familias y cuidadores. Estos grupos también pueden proporcionarle información sobre el impacto de la pandemia de COVID-19 en su tipo específico de cáncer.
También puede encontrar más información sobre los grupos de apoyo para pacientes de diferentes tipos de cáncer en la serie de guías ESMO para pacientes.
Hay un gran volumen de información circulando en los medios de comunicación sobre la pandemia de COVID-19 y sus efectos en los pacientes con cáncer. Es muy importante entender que un número significativo de estos informes no están verificados a nivel médico y no son necesariamente fiables. Asegúrese de remitirse a fuentes fiables para obtener una información precisa.
A continuación se enumeran los principales recursos empleados en la elaboración de la información contenida en la presente guía:
- American Society of Clinical Oncology. 2020. COVID‑19 patient care information. Disponible en: https://www.asco.org/asco-coronavirus-information/care-individuals-cancer-during-covid-19. Consultado el 31 de marzo de 2020.
- Cancer Council. 2020. Cancer and COVID-19. Disponible en: https://www.cancer.org.au/cancer-and-covid-19/. Consultado el 2 de abril de 2020.
- Cancer Research UK. 2020. Coronavirus (COVID-19) and cancer. Disponible en: https://www.cancerresearchuk.org/about-cancer/cancer-in-general/coronavirus-and-cancer. Consultado el 2 de abril de 2020.
- European Cancer Patient Coalition. 2020. ECPC’s communication about cancer and COVID-19. Disponible en: https://ecpc.org/news-events/ecpcs-communication-about-cancer-and-covid-19/. Consultado el 2 de abril de 2020.
- European Society for Medical Oncology. 2020. What should medical oncologists know about COVID‑19? Disponible en: https://www.esmo.org/guidelines/q-a-on-covid-19. Consultado el 31 de marzo de 2020.
- European Society of Surgical Oncology. 2020. Statement on COVID-19 – advice for surgical oncologists on cancer service provision. Disponible en: https://www.essoweb.org/news/esso-statement-covid-19/. Consultado el 31 de marzo de 2020.
- Macmillan Cancer Support. 2020. Cancer and coronavirus (COVID-19). Disponible en: https://www.macmillan.org.uk/coronavirus/cancer-and-coronavirus. Consultado el 2 de abril de 2020.
- National Health Service. 2020. Advice for everyone – coronavirus (COVID-19). Disponible en: https://www.nhs.uk/conditions/coronavirus-covid-19/. Consultado el 31 de marzo de 2020.
- National Institute for Health and Care Excellence. 2020. COVID‑19 rapid guideline: delivery of systemic anticancer treatments. Disponible en: https://www.nice.org.uk/guidance/ng161. Consultado el 31 de marzo de 2020.
- Teenage Cancer Trust. 2020. Coronavirus advice. Disponible en: https://www.teenagecancertrust.org/get-help/coronavirus. Consultado el 2 de abril de 2020.
- You B, Ravaud A, Canivet A, et al. The official French guidelines to protect patients with cancer against SARS-CoV-2 infection. Lancet Oncol 2020 [publicado en línea antes de la impresión, 25 de marzo de 2020].
Para solicitar permiso para traducir o apoyar la distribución (en inglés o en una versión traducida) de la serie de guías para pacientes, por favor contáctenos en: patient_guides@esmo.org
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